jueves, 19 de abril de 2018

Viajes recientes. Monasterios y plantas en la antigua capital real de Luang Prabang, Laos.

Flor de loto de cerámica y vegetación en torno a un templo.
Luang Prabang, la antigua capital de Laos, es una pequeña ciudad Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1995, por su fusión de arquitectura tradicional laosiana y estructuras urbanas coloniales muy bien conservadas, que le dan un ambiente único en el mundo y que la convierten en un destino turístico bien conocido en el mundo asiático. Es una ciudad pequeña, de unos 80.000 habitantes y su casco antiguo se asienta sobre una península escoltada a ambos lados por el río Mekong y el Nam Khan. Fue capital del reino de Laos desde el siglo XV y pasó numerosas vicisitudes a lo largo de los siglos con numerosos asaltos y saqueos y aunque la capital fue posteriormente trasladada a Vientian, ha ejercido como centro religioso y espiritual del budismo hasta nuestros días, gracias a sus más de 50 monasterios, muchos de los cuales aún perviven habitados por decenas de monjes y conservando una pujante vida cultural y religiosa. Dicen que en sus casi mil años de existencia los monjes de Luang Prabang  siempre han salido al amanecer a recibir las ofrendas de sus fieles y esa ceremonia silenciosa y llena de religiosidad, es lo que vienen a contemplar miles de visitantes cada año a esta ciudad.
 
Muchacho con flores de loto como ofrenda.
La mayoría de los monasterios de Luang Prabang están rodeados de vegetación y de pequeños jardines ya que para el budismo plantas y flores tienen un importante significado religioso. Las flores son un símbolo de la sabiduría, pero también de la impermanencia de nuestra propia existencia.
 
De todas las plantas conocidas, la flor de loto , Nelumbo nucifera, es la más significativa en el ritual budista, ya que la planta nace de la turbulencia y el fango para alcanzar su máxima perfección en la flor aérea. Esa flor es una metáfora del conocimiento y del más alto nivel espiritual que puede alcanzar el hombre. También tiene una gran importancia el árbol "Ficus religiosa" bajo el cual Gautama Buda alcanzó la iluminación, por eso nunca falta en ningún templo. Otro árbol siempre presente en los monasterios budistas es el Frangipani, Plumeria rubra, que aunque procedente de América, se cree que fui introducido por los misioneros católicos en Asia, hace ya varios siglos. Este árbol con ramas como dedos, pronto fue adoptado por el budismo como árbol sagrado, y se le relaciona con la inmortalidad por su capacidad para producir flores en el tronco desnudo, o de sobrevivir durante años incluso después de ser arrancado. Sus olorosas flores se utilizan con profusión en las guirnaldas y ofrendas de los templos.
 
Eurphorbia milli en macetas junto a una hermita.
Una última planta que está alcanzando un importante significado religioso en Asia es la Euphorbia milli, o más concretamente la Euphorbia Poysean, un híbrido de origen y cultivo tailandés. Curiosamente, esta planta que procede de Magadascar se ha extendido rápidamente por todos los países cálidos y mientras que en el mundo cristiano se la asoció con la corona de espinas que llevó Jesucristo en la Pasión, en el mundo budista se la asocia con la leyenda de los "Ocho santos inmortales". Esta leyenda de la mitología china está relacionada con la prosperidad y la longevidad. La Euphorbia se unió a dicha leyenda porque las flores salen del tallo espinoso en racimos de a ocho. En Laos es común durante las plegarias matinales quemar unas barritas de incienso y tocar las ramas de esta planta con cuidado, con el fin de atraer la prosperidad y la buena suerte. Incluso los barcos que navegan por el Mekong llevan una maceta con Euphorbias en la proa.
 
Un Ficus religiosa en uno de los grandes monasterios de Luang Prabang.
 
Aparte de estas plantas, los monasterios budistas son un refugio de paz y tranquilidad, y  las plantas en macetas o jardines, los árboles, estanques y estructuras contribuyen a crear un ambiente propicio a la meditación sobre la transitoriedad de la belleza, de nuestra propia vida y de todo lo que nos rodea. Aquí os dejo unas fotos.

Vista de Luan Prabang desde el monte Phu Si.

Calle colonial de la ciudad.
Palmeras y Bouganvilleas le dan un aspecto casi caribeño.

Templo en el recinto del palacio real.

Estanque junto al palacio real.

Recinto del palacio real desde el templo.

Nenúfares en un estanque.
Macetas con ejemplares de Euphorbia Poysean de varios colores.

Buda con la Naga de nueve cabezas protegiéndolo bajo un Ficus religiosa.




Las bouganvilleas abundan en los templos y, aunque no tienen significado religioso, forman parte importante de la decoración vegetal por el colorido de sus estambres.

Decoración vegetal de la parte residencial de un monasterio.

Caladium en macetas en la casita de un monje.

Templo con macetas de Euphorbia.
Frangipani con las ramas desnudas junto a un templo.
Pequeño jardín en torno a un monasterio.


Macetas con nenúfares, euphorbias y otras plantas.

Imágenes de Buda, macetas con Euphorbia y Ficus recortados.


El monasterio de Wat Xieng Thong, siglo XVI, fué sede de la coronación de los reyes de Laos. Su decoración a base de cristales, porcelana y madera de teca sobredorada es excepcionalmente hermosa.

Templo y bouganvillea.

 
Diferentes templos y capillas del monasterio de Wat Xieng Thong.
 

Parte residencial de un monasterio.

Entrada a un monasterio.

 
Los perros también forman parte de los monasterios. La cultura popular dice que son monjes reencarnados que no fueron piadosos en su vida anterior.

Mercado al lado de un templo.

Bouganvillea de color dorado, poco común, en un templo.

2 comentarios:

  1. no se si hacer un comentario positivo o ponerte verde por la envidia jajaja bonitas imagenes. Lo de la euphorbia lo habia leido pero no sabia que habia tenido tan rápida expansion...

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  2. Si, es asombroso como en apenas 20 años una planta desconocida de un extremo del mundo pasa a popularizarse y a extenderse por decenas de países y más aún alcanzar un significado religioso.
    Saludos

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