El Jardín de la Barrosa: agosto 2016

jueves, 25 de agosto de 2016

Plantas en macetas

Supongo que tener una buena colección de macetas es algo casi imprescindible en las casas con jardines ya que embellecen los espacios alrededor de la casa, patios, caminos, etc. La jardinería inglesa las utiliza hasta la perfección complementando los arriates y borduras e incluso ocupando espacios vacíos que en un momento dado puedan dejar las floraciones estacionales. Pero mantener un gran número de macetas es una labor que consume un montón de tiempo: riego diario, podas frecuentes, cambios de macetas y tierra, abonado, etc., y reconozco que es algo que no me gusta hacer, así que hasta hace un par de años apenas tenía tres o cuatro macetas, luego, de repente aparecieron las plantas crasas, que siempre habían estado ahí pero eran casi desconocidas o se valoraban muy poco y entonces, tener macetas se hizo mucho menos trabajoso y más placentero.

Reconozco que mis macetas son una mezcla variopinta y de poca calidad, pero por algo se empieza. Este año he hecho mis pinitos en el mundo de las "hipertufas", esas macetas de cemento, grava y otras mezclas que tratan de simular la piedra, con poca maña y, algunas han resultado medianamente atractivas. En cuando al contenido es cuestión de ir probando y mejorarlas con el tiempo. He comprado en los mercadillos unas cuantas plantas crasas: Sedum, Sempervirum, Aeonium, etc., y otras las he cogido del natural. Si algo me molesta es no saber el nombre de muchas de ellas, ya que no suelen etiquetarlas como es debido. Veremos cuantas sobreviven el invierno, pero no pienso andar trasportando macetas de aquí para allá. También hay algún geranio, imprescindibles sin duda para dar una nota de color, y algunos prebonsais o más bien, arbolitos pequeños.

Geranios, Agapantos y Aeonium.

Algunos "arbolitos pequeños" o aprendices de bonsáis.

Sedum y Haworthia.

Cintas (Chlorophytyum comosum)

Cintas y Esparraguera. (Asparagus densiflorus)

Hiedra y Sedum.

Sedum y Sempervirum.

Macetas de hipertufa con plantas crasas.

Saxifraga paniculata.

Sedum álbum.

Sedum palmeri y Sedum acre.

Olivo prebonsai.

Geranios y más cosas.

Sempervirum en flor.

Hiedra, cintas y helechos.

Plantas crasas.

Geranios y mirador.

¿Alguien conoce el nombre de esta planta tapizante?

Patio exterior

Hiedras y fuente con cerámica mejicana.

Algunas macetas.

Magnolio

viernes, 19 de agosto de 2016

El infiernu la Texera (El infierno de los tejos)

Hay pocos topónimos tan ilustrativos como este para referirse a un lugar. Este "infierno" es un lugar caótico, producto de algún cataclismo cósmico, sin duda. Pero hay pocos lugares más hermosos y más adecuados para que la flora y la fauna campen a sus anchas sin que nadie les moleste, por eso, más que un infierno para los "tejos", yo diría que es un paraíso, un auténtico refugio para uno de los árboles más míticos, esquivos y longevos que existen. Aunque la realidad no es tan benigna como parece a primera vista: entre este caos de rocas y grietas hay decenas de grandes tocones, algunos ya reducidos a polvo, que demuestran que en algún tiempo lejano esto sí fue un paraíso de tejos centenarios, pero la mano del hombre llega a todos partes y hasta aquí vinieron a talar estos testigos mudos de cientos de años de supervivencia. Aún quedan unos pocos. Algunos agarrados a las grietas, a decenas de metros de altura, a salvo de la rapiña humana.

Conozco este lugar desde que era niño y no ha cambiado nada desde entonces. Por suerte tampoco lo conocen muchas personas. Hace siglos los ganaderos construyeron barreras de piedra para que el ganado no se acercara allí, con lo cual casi nadie se aventura en esa garganta de difícil acceso a no ser que tengas alguna razón o curiosidad especial. Los tejos están protegidos y casi todo el mundo sabe de su valor y singularidad. No lejos de aquí un ganadero ha plantado, por su propia iniciativa, decenas de tejos en torno a su casería de Carbayalin, como ejemplo para los demás, así que los pocos que quedan aquí espero que sobrevivan algunos cientos de años más.

No es fácil encontrar un "bosque" de tejos en su estado natural en esta región. Al menos no en la actualidad. En Asturias quedan un par de sitios donde hay grupos importantes de tejos. Ya hablaré de ellos en otra ocasión. El tejo por lo general es un árbol solitario. Sus semillas, una vez pasadas por el estómago de algún ave, tardan años en germinar, si es que lo hacen y su crecimiento es tan lento que la mayor parte de los que consiguen nacer son fácilmente consumidos por corzos, venados o por el mismo ganado. Y eso a pesar de que sus hojas y las pepitas de sus bayas son venenosas. Obviamente los invernaderos de plantas si los reproducen con facilidad y los venden de todos los tamaños, pero en su estado natural las cosas son más difíciles, eso por no hablar de la escasez de árboles que puedan producir semillas. En el "Infierno la texera" no parece haber árboles pequeños, o al menos yo no los he visto, así que estos tal vez sean los últimos de su especie aquí.

En el centro de la fotografía se aprecia el socavón entre las rocas que se conoce como "El infiernu la Texera"

De la cultura y mitología relacionada con el tejo os contaré más cosas en otra entrada. Ahora os dejo estas fotos de esta semana de Agosto. Como veis la mayor parte de las plantas que aquí aparecen en flor, hace tiempo que ya se han secado en otros lugares. Aquí el clima es más frío y la naturaleza se toma su tiempo.