martes, 5 de abril de 2016

Adiós a un invierno asintomático e inusual

Qué los tiempos están cambiando ya nadie lo niega y en Asturias cada año parece una batalla contra lo inevitable. Hay quién dice que en pocos años los olivos y almendros tachonarán este paisaje nuestro de verdor inigualable y hay quienes, incluso en estas tierras altas de Aller, se ha atrevido a plantar viñas, en vez de manzanos, por si las moscas.
 
Sin duda la primera parte del invierno ha sido inusualmente cálida, incluso aquí en las montañas y los arces japoneses, desconcertados, han mantenido la hoja hasta Diciembre y si no miren a este "Bloodgood" con las hojas caídas, espolvoreado de escarcha.
Luego, cuando ya todos presagiaban que este año apenas habría invierno y las plantas empezaban a reaccionar como a toro pasado, llega la inevitable nieve y se rompen las ramas de los magnolios y de los arces, henchidas ya de savia nueva, y deja los narcisos descabezados, las margaritas desmelenadas y los tulipanes en traje de gala y aterecidos de frío. Así es la naturaleza sin duda, pero bastarán unos rayos de sol en medio de la impertérrita lluvia para que los pájaros nos aturullen con sus trinos, y las hojas que piden paso, hinchen las yemas como pulgares, y los tallos de las plantas perennes se alarguen milagrosamente varios centímetros en pocas horas. Nadie puede parar el inevitable empuje de la primavera que pide paso, vaya el tiempo como vaya o ande descarriada la climatología.
La lluvia crea filigranas de nácar en los tallos de un arce japonés
Y la nieve llega por fin a las montañas
 

Y transforma el paisaje
 
 Y nada de lo que era es ya igual

1 comentario:

  1. la primavera empieza a sentirse ya con fuerza, wow que fuerza tiene la foto del arce, precioso.

    enhorabuena por el blog, espero que se consolide, animo y veras como las visitas aumentan, yo de momento te agrego a mi lista de blogs que visito regularmente.

    Saludos desde Castilla

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